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¿Qué se necesita para ser maestro de obra? Una guía paso a paso para convertirte en un líder de la construcción

¿Qué se necesita para ser maestro de obra? Una guía paso a paso para convertirte en un líder de la construcción

Los directores de obra predican con el ejemplo. Son los responsables de que las cosas se hagan y de que el trabajo se complete a tiempo y según el presupuesto. Esto significa que deben estar al tanto de todos los aspectos del proyecto para poder detectar los posibles problemas con antelación.

También significa que tienen que ser prácticos, supervisar todos los aspectos del proyecto, hacer un seguimiento del progreso y encontrar formas de agilizar los procesos o reducir los costes cuando sea posible. Este artículo examina lo que necesita un director de obra para tener éxito como maestro de obras.

Inicia tu carrera con un aprendizaje

¿Qué se necesita para ser maestro de obra? Una guía paso a paso para convertirte en un líder de la construcción

Si quieres convertirte en jefe de obra, tendrás que empezar como trabajador de la construcción. Si ya tienes un título, tendrás que empezar en un nivel inferior e ir ascendiendo. Si no lo consigues, puedes hacer un aprendizaje de gestión de la construcción.

Suelen durar cuatro años y es posible que tengas que obtener ciertas cualificaciones. Sin embargo, es una forma estupenda de entrar en el mundo laboral y aprender a trabajar. Trabajarás en proyectos de construcción reales, adquiriendo una valiosa experiencia y haciendo contactos en el sector. Esto puede prepararte para una carrera larga y exitosa con muchas oportunidades de ascenso.

Conocer los entresijos de la normativa de la construcción

La construcción es un sector muy regulado. Cada estado tiene sus propias normas relativas a los contratos de construcción y a la gestión de los proyectos. Como gestor de la construcción, su trabajo consiste en asegurarse de que se cumplan al pie de la letra. Esto es para que no haya disputas durante el proyecto y todas las partes implicadas puedan responsabilizarse mutuamente. Si hay una disputa, tendrás que saber cómo manejarla. Los directores de obra también tienen un alto nivel de exigencia en materia de salud y seguridad.

Utilizar una metodología de construcción probada, como el método de la cascada, le ayudará a mantenerse en el camino y a cumplir los plazos. Esto también le permitirá estimar con mayor precisión el tiempo que durará cada fase del proyecto, para que pueda obtener la cantidad correcta de financiación.

Tener don de gentes

Los jefes de obra deben ser capaces de llevarse bien con todo el mundo. Tendrá que ser capaz de comunicarse de forma clara y concisa con los contratistas, los subcontratistas, los funcionarios públicos, el personal de salud y seguridad, el director del proyecto y los clientes.

Tendrá que saber mediar en las disputas, tratar las quejas y gestionar las expectativas. También tendrá que entender los diferentes tipos de personas con las que tratará y cómo abordar las distintas situaciones. Todo esto lo conseguirás con la experiencia, pero puedes ayudarte leyendo todos los libros sobre gestión de proyectos que tengas a tu alcance.

Tener las habilidades adecuadas para la gestión de proyectos

No es necesario tener una certificación de gestión de proyectos para convertirse en director de obra. Pero necesitarás conocer los aspectos básicos. Tiene que ser capaz de dividir un proyecto en pasos manejables para poder seguir el progreso e identificar los problemas.

Un buen director de obra es un maestro en la resolución de problemas. Sabe cuál es el mejor curso de acción cuando las cosas van mal, o incluso antes de que vayan mal. No pone todos los huevos en la misma cesta, así que si un proyecto se retrasa, tiene otros en los que confiar.

Ser un evaluador de riesgos y un solucionador de problemas

Te encontrarás con problemas en casi todos los proyectos. Tu trabajo consiste en resolverlos antes de que causen demasiado daño. Sé proactivo y busca los problemas antes de que se produzcan. Asegúrese de que su equipo trabaja con las normas de seguridad más estrictas. Pase lo que pase, tienes que ser capaz de detectar la causa principal y proponer una solución para evitar que se repita. No rehúyas las conversaciones difíciles. Si hay un problema, hay que abordarlo lo antes posible. Así evitarás que los problemas se agraven y causen más retrasos.

Convertirse en jefe de obra no es un camino fácil. Tendrá que abrirse camino a través de las filas y demostrar su valía por el camino. E incluso después de convertirse en director, tendrá que estar al tanto de las tendencias del sector y estar preparado para adaptarse y evolucionar cuando sea necesario. Sin embargo, no hay nada más satisfactorio que ver un proyecto terminado y saber que has desempeñado un papel importante en su realización.

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