Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, pero a veces eso significa que hay que tomar decisiones difíciles. En algunos casos, lo mejor para un niño puede ser ser retirado de su entorno familiar. Puede ser una decisión difícil para los padres, pero es importante recordar que no se trata de un castigo, sino de protección. Si estás pensando en echar a tu hijo de casa, aquí tienes algunas cosas que debes tener en cuenta.
Evaluación de la situación
Si su hijo tiene 16 años o más, es probable que pueda vivir de forma independiente. Es importante que evalúe la situación de su hijo y tenga en cuenta los siguientes factores
¿Cuál es la red de apoyo de tu hijo? ¿Hay alguien que pueda proporcionarle apoyo? ¿Puede contar con su familia, sus amigos o su pareja?- ¿Cuál es la situación económica de tu hijo? ¿Tiene trabajo? ¿Y otras fuentes de ingresos, como la seguridad social o el subsidio familiar? ¿Tiene una fuente de ingresos regular?- ¿Cómo vive su hijo? ¿Hay alguien que pueda alojarlos? ¿Tiene un lugar donde quedarse? ¿Tienen una situación de vida estable?
Considere la edad de su hijo
Puede ser difícil echar a su hijo de casa, incluso si tiene edad suficiente para vivir de forma independiente. Sin embargo, es importante recordar que los niños crecen rápidamente, y echarlos de casa puede ser una decisión de la que te arrepientas. Siempre merece la pena considerar si puede proporcionar a su hijo el apoyo que necesita mientras sigue creciendo.
Tenga en cuenta que si echa a su hijo de casa antes de que cumpla los 18 años, es posible que no tenga derecho al subsidio familiar, que se concede a cualquier hijo menor de 18 años. Antes de tomar una decisión, considere cuánto tiempo cree que su hijo necesitará para vivir de forma independiente. ¿Necesitará su hijo unos meses para encontrar un trabajo? ¿Un año? ¿Más?
Hable con su hijo
Antes de tomar la decisión de echar a tu hijo de casa, es importante que hables con él. Asegúrate de que entiende por qué tomas esta decisión. Asegúrate de que sepa que no es un castigo, sino una protección. Puede que decidas que la mejor decisión es dejar que tu hijo se quede en casa, si es capaz de cumplir con las expectativas que has establecido.
Establecer expectativas claras
Si su hijo se queda en casa, probablemente tendrá que establecer algunas expectativas. Habla con tu hijo sobre cuántas horas tiene que trabajar a la semana o cuánto dinero tiene que aportar. Asegúrate de que tienes claro durante cuánto tiempo deben cumplirse estas expectativas para que se consideren exitosas.
Cumplir con su decisión
Si tomas la decisión de echar a tu hijo de casa, asegúrate de mantener tus convicciones. Es importante que tu hijo sepa que vas en serio y que no se le permitirá volver hasta que haya cumplido las expectativas que has establecido.
Busque ayuda profesional
Si lo ha intentado todo y la única opción que le queda es echar a su hijo de casa, es importante que busque ayuda profesional. Su hijo puede beneficiarse de una terapia individual, o puede necesitar el apoyo de un grupo que puede encontrar en un internado terapéutico. Es importante recordar que esto no es un castigo. Es una forma de ayudar a su hijo a crecer y tener éxito en la vida.
