El porcentaje de jóvenes con empleo lleva décadas disminuyendo. En los años 70, más del 60% de los jóvenes tenían empleo. Hoy, esa cifra es inferior al 40%. A menudo se achaca esta tendencia al aumento de la automatización tecnológica, que ha sustituido muchos trabajos que antes realizaban trabajadores humanos. Pero hay algo más en la historia. En este artículo analizaremos las razones que explican el descenso del empleo juvenil y lo que significa para el futuro.
El descenso del empleo juvenil
La tasa de empleo de los jóvenes es el porcentaje de la población que está empleada, en comparación con la población total. Cuando menos de la mitad de los jóvenes están empleados, lo llamamos «descenso del empleo juvenil«. El porcentaje de jóvenes empleados ha ido disminuyendo durante décadas.
En los años 70, más del 60% de los jóvenes tenían empleo. Hoy, esa cifra es inferior al 40%. ¿A qué se debe esta tendencia? Gran parte de la culpa la tiene el aumento de la automatización tecnológica, que ha sustituido muchos trabajos que antes realizaban trabajadores humanos. Pero la historia es más compleja.
Las razones del declive
Hay cinco razones que explican el descenso del empleo juvenil.
La primera es el creciente número de jóvenes en la población. En pocas palabras, hay más jóvenes compitiendo por los puestos de trabajo. Esto ha sido especialmente cierto durante la última década, en la que la población juvenil ha experimentado un fuerte aumento.
La segunda razón del descenso del empleo juvenil es el aumento del nivel educativo. En 20 años, el porcentaje de jóvenes que asisten a la universidad se ha duplicado. Como consecuencia, hay más jóvenes que pasan el tiempo en la escuela y en el campus, donde no trabajan.
La tercera razón es la naturaleza cambiante de la mano de obra. Los empleadores exigen cada vez más competencias que son más difíciles de aprender. Esto requiere más tiempo en la escuela, lo que aleja a los jóvenes de la mano de obra.
La cuarta razón es la naturaleza cambiante del propio trabajo. Muchos trabajos que antes parecían fáciles de hacer ahora los realizan máquinas. Muchos de estos trabajos los realizaban antes los jóvenes.
La quinta razón es la naturaleza cambiante de la relación entre empleadores y empleados. Cada vez más, los empresarios exigen más flexibilidad en la forma de trabajar. Esto incluye poder contratar y despedir a su antojo, y reducir el número de horas trabajadas.
El impacto del declive
El declive del empleo juvenil tiene un gran impacto en la vida de los jóvenes. La primera es la pérdida de ingresos. Cuando los jóvenes no trabajan, no ganan dinero. Esto puede tener un gran impacto en su capacidad para pagar lo básico de la vida, como la vivienda y la comida.
El segundo impacto es en la capacidad de ahorrar para el futuro. Cuanto más tiempo pasen los jóvenes sin trabajar, menos capacidad tendrán de ahorrar para el futuro. Esto puede tener una gran repercusión en su capacidad para permitirse una educación universitaria, comprar una casa y ahorrar para la jubilación.
El tercer impacto es en la autoestima. Cuanto más tiempo pasan los jóvenes sin trabajar, más se sienten fracasados. Esto puede tener un gran impacto en su capacidad para encontrar un trabajo en el futuro.
¿Qué nos depara el futuro?
Una de las cosas más importantes a la hora de considerar el futuro es quién viene después de nosotros. La pregunta que debemos hacernos es: «¿Están los jóvenes de hoy menos inclinados al trabajo que las generaciones anteriores?». Las pruebas sugieren que no.
Cuando se les pregunta qué importancia tiene para ellos tener éxito en la vida, responden de forma muy parecida a como lo hacían en el pasado. Los estudios demuestran que los jóvenes de hoy están tan dispuestos a trabajar duro y hacer sacrificios como cualquier generación anterior.
La cuestión no es que los jóvenes de hoy estén menos dispuestos a trabajar. Es que el trabajo se ha vuelto menos inclinado hacia la juventud. El reto para el futuro es crear lugares de trabajo donde los jóvenes puedan prosperar.
El descenso del empleo juvenil es un reto importante para la sociedad. Para entender el futuro, tenemos que entender el pasado. El descenso del empleo juvenil se debe a los cambios en la economía, la naturaleza del trabajo y la relación entre empresarios y trabajadores.
Esto supone un reto para el futuro. Tenemos que crear lugares de trabajo que den a los jóvenes la oportunidad de prosperar.