Los contratistas y los contratistas independientes se parecen en que son trabajadores por cuenta propia. Pero estas funciones tienen diferentes implicaciones fiscales. Los contratistas suelen prestar un servicio a otra empresa o persona, en lugar de proporcionar bienes tangibles. Facturan a sus clientes, en lugar de ser compensados directamente por ellos. Hay varios factores que se utilizan para distinguir entre contratistas y empleados: la duración del empleo, los servicios prestados, si los servicios son auxiliares a la actividad principal de la empresa, el grado de control sobre las horas y los lugares de trabajo y la naturaleza de la tarea asignada.
Si es un empleado, se le retienen impuestos de su salario para la Seguridad Social y Medicare, que le serán devueltos si sus ingresos son lo suficientemente bajos cuando declare sus impuestos a final de año. Si eres un contratista independiente, tu cliente es responsable de esos impuestos, ya que no son secundarios a tus servicios como consultor o contratista.
¿Cuál es la diferencia entre un contratista y un trabajador?
Los contratistas son personas autónomas que son contratadas para realizar trabajos específicos. Los trabajadores son empleados de una empresa, a tiempo completo o parcial. El tipo de trabajo que realiza la persona suele determinar si se le considera contratista o trabajador. Por ejemplo, un vendedor que trabaja en un concesionario de coches suele considerarse un trabajador, mientras que un vendedor independiente que vende productos por Internet se considera un contratista.
El Servicio de Impuestos Internos (IRS) tiene varios factores que determinan si una persona es un empleado o un contratista. El grado de control sobre las horas y los lugares de trabajo es un factor importante. Es más probable que los trabajadores sean tratados como empleados si su jefe tiene control sobre las horas y los lugares de trabajo.
¿Cuáles son las implicaciones fiscales de ser un contratista independiente?
Como contratista independiente, la principal ventaja es que no tiene que pagar una parte de sus ganancias al gobierno en forma de impuestos. Sin embargo, es importante entender que esto no se aplica a todo el mundo. Si eres un contratista independiente, eres responsable de pagar los impuestos sobre tus ganancias, y también eres responsable de pagar tu propio seguro médico y otras prestaciones. Tampoco podrá beneficiarse de los créditos fiscales que se ofrecen a los empleados.
Muchos contratistas no aprovechan sus deducciones fiscales porque no saben que existen o porque no quieren dedicar tiempo a controlar sus gastos y llevar registros. La buena noticia es que hay instituciones financieras especializadas en servicios fiscales para contratistas. Pueden ayudarle a hacer un seguimiento de sus gastos relacionados con el negocio, preparar sus impuestos estimados trimestrales y presentar sus impuestos cada año.
Deducciones fiscales del contratista
Uno de los mayores beneficios de ser un contratista independiente es que puede deducir muchos de los gastos asociados con el funcionamiento de su negocio. Hay varios gastos que los contratistas pueden deducir de sus impuestos, incluidos los gastos de viaje, los gastos de publicidad, los honorarios de conferencias y seminarios, el material de oficina y el coste de cualquier herramienta o equipo utilizado en el negocio que se espera que dure más de un año.
Los contratistas deben llevar un buen registro de todos los gastos y asegurarse de que todos los recibos están detallados. El IRS tiene normas estrictas sobre lo que se puede deducir, por lo que es importante mantener registros para asegurarse de que no se le audite y se le permita deducir los gastos.
Deducciones fiscales del contratista con la incorporación
Otro factor importante es que los contratistas que deciden incorporar su negocio podrán aprovechar las deducciones fiscales adicionales. Muchos contratistas no se incorporan porque no quieren asumir las responsabilidades legales y administrativas añadidas que conlleva la gestión de una sociedad. Sin embargo, al constituirse en sociedad, pueden aprovechar las mismas deducciones que una sociedad tradicional, como las primas del seguro médico, el material de oficina, las facturas de Internet y teléfono, los gastos de viaje y gasolina y los salarios de los empleados.
Hay muchas similitudes entre los contratistas y los empleados. Sin embargo, es importante que los contratistas entiendan las diferencias clave para que puedan aprovechar las deducciones fiscales de las que disponen. Al comprender las diferencias entre contratistas y empleados, los contratistas pueden tomar mejores decisiones financieras y planificar el futuro mientras trabajan en sus propias condiciones.
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