Si buscas formas de mantener a tus hijos callados, estás de suerte. Hay varias formas de hacerlo, dependiendo de la edad y la personalidad de tu hijo. En este artículo te damos 10 consejos para que tus hijos se queden callados. También compartiremos algunos consejos generales sobre cómo lidiar con niños ruidosos.
Establecer expectativas claras
El primer paso para mantener a los niños tranquilos es establecer unas expectativas claras. ¿Qué espera de sus hijos? ¿Cuál es el comportamiento que se espera de ellos? Antes de empezar a hablar con tus hijos sobre cómo mantenerlos callados, tienes que tener esto claro en tu mente.
Puedes establecer expectativas claras hablando directamente con tu hijo. Hazle saber lo que se espera de él. También puedes hacerlo por escrito. Esto te ayudará a mantener tus expectativas claras en tu mente. También le ayudará a comunicar sus expectativas a su hijo.
Elegir el momento adecuado para hablar
La segunda forma de mantener a tus hijos tranquilos es elegir el momento adecuado para hablar con ellos. Si hablas con tu hijo cuando está muy activo, es poco probable que sepa callarse. En ese momento, pueden estar demasiado ocupados para procesar tus palabras.
Debes elegir un momento en el que tu hijo esté relajado y tranquilo. Es el momento en que es más probable que entienda lo que le estás diciendo. Es probable que esto sea diferente para cada niño. Algunos niños están más tranquilos por la mañana, mientras que otros se calman por la noche. También puedes elegir una hora en la que no haya muchas distracciones. Esto ayudará a tu hijo a concentrarse en lo que le estás diciendo.
Sé conciso
La tercera forma de mantener a tus hijos callados es ser conciso. Hay una diferencia entre hablar a tu hijo y hablarle. Es importante recordar esto, independientemente de la edad de tu hijo. Si le hablas a tu hijo de forma demasiado larga, puede impacientarse y perder el interés. Además, corres el riesgo de que no entienda bien lo que le dices.
Recuerda que los niños aprenden haciendo. Puedes orientar a tu hijo, pero no debes meterle demasiada información en la cabeza de una sola vez. Correrás el riesgo de abrumarlos, lo que hará poco probable que pongan en práctica lo que has dicho. Centra tus palabras. Sé conciso.
Mantén una actitud positiva
La cuarta forma de mantener a tus hijos tranquilos es mantener una actitud positiva. Los niños son muy perceptivos. Se dan cuenta de todo lo que les rodea, incluida la forma en que les hablas y cómo te sientes cuando estás cerca de ellos. Cuando les hables, asegúrate de que tu tono es positivo. Evita decir cosas como «deja de hablar», «cállate», «deja de llorar», «siéntate», etc. En su lugar, utiliza palabras positivas para hablar con tu hijo.
Dígale a su hijo lo que quiere que haga. Dígale lo que quiere que sea. También puedes pedirles que hagan cosas de forma positiva. Evite ser crítico y céntrese en lo que quiere que su hijo haga o sea. Esto le ayudará a mantener una actitud positiva cuando hable con su hijo.
Llamar la atención primero
La quinta forma de mantener a tus hijos callados es llamar primero su atención. Cuando tengas algo que decir a tu hijo, llama primero su atención. Puedes hacer esto de una manera fácil llamando su atención y luego diciéndole lo que quieres. Puedes hacerlo de varias maneras. Puedes utilizar el lenguaje corporal, el tacto o incluso tu tono de voz para llamar la atención de tu hijo. Luego, asegúrate de llamar su atención sobre lo que quieres que haga o lo que quieres que sea.
Así evitarás tener que decirle a tu hijo que se calle diciéndole «cállate» o «deja de hablar». Este tipo de palabras son muy negativas y son difíciles de deshacer. Llamar la atención de tu hijo primero te ayudará a mantener una conversación positiva y tranquila.
Utilizar accesorios o elementos visuales
La sexta forma de mantener a tus hijos callados es utilizar accesorios o elementos visuales. Los niños más pequeños siempre sienten curiosidad por el mundo que les rodea. Pueden interesarse por las cosas que ocurren en la habitación. Los niños mayores también pueden sentir curiosidad por lo que ocurre a su alrededor. Esto puede dificultar que se concentren en lo que usted está tratando de decir.
Para distraer a su hijo, puede utilizar elementos visuales como libros, juguetes, rompecabezas o carteles. De este modo, puede seguir aprendiendo sobre el mundo que le rodea, pero de forma más tranquila. Cuando intentes hablar con tu hijo, utiliza accesorios o elementos visuales. Esto ayudará a mantener a raya su curiosidad y le permitirá hablar con él tranquilamente.
Utilizar las preguntas y la capacidad de escucha
La séptima forma de mantener a tus hijos callados es utilizar preguntas y habilidades de escucha. A la mayoría de los niños les encanta hablar. Quieren compartir historias contigo, hacer preguntas y contarte cosas que han aprendido. Si un niño te está hablando y no te está escuchando, puedes utilizar preguntas para ayudarle a permanecer callado y concentrado en lo que estás diciendo.
Esto es útil cuando un niño te hace una pregunta que es demasiado larga para responder en ese momento. Puedes utilizar una pregunta para tranquilizarlos y mantener la conversación centrada. Cuando hable con su hijo, intente utilizar preguntas que requieran respuestas cortas. Esto ayudará a mantener a su hijo callado.
Ser un buen modelo de conducta
La octava forma de mantener a tus hijos callados es ser un buen modelo a seguir. Es muy probable que parte de lo que hace tu hijo se deba a que te ha visto hacerlo a ti. Si tu hijo no para de hablar de algo o te hace muchas preguntas, es posible que hayas hablado demasiado. Aquí es donde entra en juego el ser un buen modelo de conducta.
Si tu hijo está hablando demasiado, hazle saber que se ha acabado el tiempo de hablar. Si está haciendo demasiadas preguntas, hazle saber que habrá tiempo para preguntas más tarde. Si está hablando demasiado, llama su atención con los consejos anteriores y hazle saber que puede volver a hablar cuando esté preparado.
Fomentar la voz interior
La novena forma de mantener a tus hijos callados es fomentar las voces interiores. Algunos niños necesitan una ayuda extra para mantener sus voces interiores. Si tu hijo habla demasiado, puede haber un problema subyacente. Hablar demasiado es una forma de expresarse para los niños. También les ayuda a enfrentarse a nuevos entornos, nuevas personas y nuevas situaciones.
Aquí es donde entra en juego el fomento de las voces interiores. Puedes hacerlo dando a tu hijo una forma de expresarse. Hazle saber que hay un lugar en su interior al que puede acudir cuando necesite decir algo. Puedes utilizar un peluche, un muñeco especial u otro objeto para ayudarles a hacerlo. Esto les ayudará a mantener su voz dentro y al mismo tiempo les dará una forma de expresarse.
Prueba una actividad tranquila
La décima y última forma de mantener a tus hijos callados es probar una actividad silenciosa. Hay ciertas actividades que se realizan mejor en silencio. Jugar a un juego o realizar una actividad que requiera concentración y atención es una de ellas. Realizar este tipo de actividades con tu hijo le ayudará a estar tranquilo a la vez que le proporciona una actividad atractiva.
También puedes probar a poner música o un audiolibro, que ayudarán a mantener el nivel de ruido al mínimo. Esto puede ser útil cuando se está en un lugar público, como cuando se viaja en coche o en avión. Realizar una actividad silenciosa ayudará a mantener a tus hijos tranquilos. También les dará algo en lo que concentrarse para que no empiecen a ser demasiado ruidosos.
Mantener a tus hijos callados no siempre es fácil. Es importante recordar que todavía están creciendo y aprendiendo. También es importante recordar que cada niño es diferente. Lo que funciona para un niño puede no funcionar para otro.
Cuando hablamos con los niños, debemos tener siempre presente que están creciendo y cambiando cada día. También están aprendiendo a utilizar sus habilidades lingüísticas, lo que a veces les hará parecer ruidosos. Recuerda tener paciencia y tus hijos aprenderán pronto a guardar silencio.