El propósito de la educación ha sido un tema muy debatido durante siglos. ¿El objetivo de la educación es preparar a los estudiantes para una profesión específica? ¿O el propósito de la educación es desarrollar a la persona en su totalidad? En este artículo, exploraremos los diferentes propósitos de la educación y cómo han evolucionado a lo largo del tiempo. También hablaremos de la importancia de preparar a los estudiantes para la vida, no sólo para un trabajo.
Las diferentes finalidades de la educación
Alfred North Whitehead dijo una vez: «La civilización avanza ampliando el número de operaciones importantes que podemos realizar sin pensar en ellas». En otras palabras, cuando uno hace algo de forma automática, sin mucho esfuerzo consciente, significa que ha desarrollado habilidades y conocimientos en esa área. En lo que respecta a la educación, los principales objetivos de la misma son aumentar los conocimientos, desarrollar las habilidades y fomentar la confianza en uno mismo.
La evolución de los fines de la educación
A medida que las sociedades han ido evolucionando, también lo ha hecho la finalidad de la educación. En las civilizaciones antiguas, el objetivo principal de la educación era formar a la clase dirigente. Los antiguos egipcios, chinos, griegos, romanos y mayas utilizaban la educación para mantener el control de sus civilizaciones. La clase dirigente controlaba lo que se enseñaba y lo que no se enseñaba. El objetivo de la educación era transmitir los conocimientos y las habilidades necesarias para mantener el poder y el control.
En la Europa medieval, el propósito de la educación era formar clérigos para la Iglesia y formar escribas para llevar los registros. Se hacía poco hincapié en el desarrollo de la persona en su conjunto. En cambio, se centraba en la obtención de habilidades y conocimientos específicos. A medida que avanzaba la Revolución Industrial, la educación se volvió más utilitaria. La educación se centraba en conseguir un trabajo y tener éxito económico. Las escuelas seguían haciendo hincapié en el desarrollo de habilidades y conocimientos específicos. Mientras tanto, la idea de desarrollar a la persona en su totalidad comenzó a surgir en el siglo XIX. La educación seguía centrada en conseguir un trabajo específico, pero ahora se hacía más hincapié en los aspectos intelectuales y emocionales de la persona.
La importancia de preparar a los estudiantes para la vida, no sólo para un trabajo
El propósito de la educación es preparar a los estudiantes para la vida, no sólo para un trabajo. Sin embargo, cada vez son más las personas que se gradúan de la escuela secundaria y la universidad sin las habilidades y los conocimientos necesarios para la vida. ¿Por qué? Porque la sociedad y el propósito de la educación se han centrado demasiado en una profesión específica.
Si observamos el plan de estudios de K-12 o el esquema típico de un curso de licenciatura, nos daremos cuenta de que hay poco o ningún enfoque en el desarrollo de la persona en su totalidad. El plan de estudios del K-12 se basa principalmente en las habilidades y se centra en la aprobación de los exámenes estandarizados. El plan de estudios de la licenciatura se centra en obtener los conocimientos necesarios para graduarse. Hay poco énfasis en el desarrollo integral de la persona. El resultado es que muchos graduados carecen de las habilidades y conocimientos necesarios para la vida.
Para cambiar esta situación, las escuelas deben volver a centrarse en el desarrollo integral de la persona. Esto significa volver a hacer hincapié en la importancia del pensamiento crítico y el pensamiento creativo. También significa centrarse más en el desarrollo del carácter. Las escuelas también deben ampliar sus planes de estudio para incluir asignaturas que no estén relacionadas con profesiones específicas. Entre estas materias se encuentran las ciencias, las artes, las humanidades, las lenguas y la historia. Estas asignaturas son tan importantes como las que están directamente relacionadas con profesiones específicas.